Creer para ver
- Veronica Patino
- 28 sept
- 2 Min. de lectura
Les ha pasado que alguna vez están rezando super inspirados y piensan: Jesús, si tan solo me dieras una señal, si tan solo te movieras un poquito en la cruz, me hicieras un gesto o algo, entonces tendría la certeza de todo esto (díganme que no soy la única jajaja).
Y bueno, les cuento esto porque una vez leí una reflexión tan cierta respecto a creer sin ver.
Ustedes saben que Tomás, uno de los 12 Apóstoles no estuvo en la primera aparición de Jesús resucitado, sino que los otros Apóstoles le contaron que lo habían visto. Entonces él muy incrédulo les dice: "Si yo no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en su costado, no creeré" Jn, 20, 25. Uffff
En fin, la historia continua con que Jesús se vuelve a aparecer a los Apóstoles ocho días después y esta vez Tomás sí estaba con ellos. Y Jesús luego de darles la paz, le dice a Tomás: "Pon aquí tu dedo, mira mis manos, acerca tu mano y métela en mi costado y no seas incrédulo, sino creyente, a lo que Tomás dice: Señor Mío y Dios Mío y Jesús le responde: tú crees porque has visto, dichosos los que creen sin haber visto. Jn. 20, 27-28
Dichosos los que creen sin haber visto. Aquí viene la bueno, si nosotros tuviéramos la "suerte" de ver a Jesús de manera física, nuestra fe no fuera completamente auténtica, porque claro, creo porque lo he visto, así es fácil creer. Pero la maravilla justamente es no verlo porque entonces somos bienaventurados, dichosos, felices, porque nuestra fe es fuerte, es auténtica, no depende de una aparición sino de acto de amor verdadero.
Como lo dice mejor el Monseñor p. Ramirez en el libro "El Poder de la Eucaristía"
"La maravilla más grande de su amor es que Él no se aparezca a ti, mi querido amigo. En lugar de eso, Jesús te espera en el Santísimo Sacramento, Él quiere que vayas a Él por la fe para que por toda la eternidad te pueda llamar DICHOSO. Jesús en el Santísimo Sacramento quiere darte la plenitud de sus gracias por venir a Él por la fe. Por eso es mucho mejor que Él no te muestre sus llagas visibles como al Apóstol Tomás, porque Él quiere derramar sobre Ti las gracias invisibles de estas llagas."

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